Sobre la subestimación de la juventudDicen que el imbecil no es imbecil solo por su condición, sino porque lo ratifica a cada momento…
La semana pasada el imbecil, en conjunto a sus nuevos alcahuet….perdón colaboradores, organizaron una multidinaria (?) fiesta en el Púb irlanda para los votantes por primera vez.
El imbecil fiel a sus principios de subestimar la capacidad de voto y análisis de la juventud cree que pagando chupi a discreción y un par de choripanes puede influir en forma definitiva en que los chicos se expresen según sus propias ideas en las urnas
Lamentablemente para el y sus planes el evento fue un fiasco, ya que fue muy poca gente, y los pocos concurrentes en su mayoría era menores que no van a emitir voto en las próximas elecciones. Eso si, lo que no faltó fue alcohol, dicen que en esa misma noche hubo otra fiesta en el bar amalgama que organizaban los chicos de 3 pol. y tuvieron que ultimar medidas de seguridad por un par de decenas de menores alcoholizados que provenían de la fiesta comunal.
Ahora yo no me explico, este señor, se cree que los jóvenes por el solo hecho de ser jóvenes están limitados en sus capacidades de analizar el presente y por sobre todo el pasado?
El debe pensar que todos estos chicos no son los mismos a los cuales los denuncia a fin de año cuando quieren salir con sus carrozas de egresados, los mismos a los cuales no dejaba hacer la fiesta del estudiantes años atrás porque los viernes había que cerrar a las 3 de la mañana, los mismos a los cuales les incautaban las motos, o las bicicletas por estar “mal estacionadas” afuera de los cibers, a los mismos a los cuales hizo meter presos por pegar afiches en la vía publica, cuando el empapela el pueblo en campaña electoral….si es increíble pensar que este señor piense que los pibes no se van a acordar cuando se ponía la gorra de vigilante para destruir la joda de alcorta obligando a cerrar los bares y boliches los viernes a las 3 A.M. y los sábados 6 A.M. y los domingo no dejaba hacer los pata-pata, es increíble que el crea que con un par de porrones se puede comprar la voluntad de la juventud.
El menosprecio y subestimación que tiene para con los chicos me hace retrotraer a principio del siglo pasado, cuando en plena década del fraude y la infamia, se emborrachaba a los pobres gauchos, pobrecitos ignorantes… y se los mandaba a votar borrachos para poder consumar el fraude electoral a su gusto y piachere.
Los años pasan, los malas leche quedan...